S a k u r a   y   T e n s h i
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Kuon, Arata, Edwin ❙ Abierto ❙ En curso⌛

—¿Oh? —expresó tras  la respuesta de Kuon, haciendo una pausa para poder beber al fin un sorbo de su propio café—. ¿O solo te   apetece saludar a algunas personas con un beso en la boca? —añadió, teniendo solo un centímetro de distancia el vaso de los labios.

Al mismo tiempo, observaba al pelirosa.  Como estaban  cerca, tuvo que girar un poco la  cabeza hacia el chico.

Ahora  que estaban compartiendo juntos, recordó haber visto a una joven besar los labios de Kuon hace un tiempo.  Los vio de lejos y debía salir de la  residencia en esos momentos,  por ende, no  oyó nada sobre el intercambio  de  palabras que tuvieron. Pero  ya que lo tenía justo a su lado, aprovechó de  saciar su  curiosidad.

Posteriormente, regresó  la mirada al  pelinegro  y  procedió a  darle  otro sorbo a su café,  cuya temperatura ya le  permitía beber con tranquilidad.

—Tal vez —respondió al comentario   del  susodicho— ¿En qué trabajas?

Tras  realizar su  pregunta, se deslizó con la silla de manera lenta a su  posición inicial. Era  más  cómodo observar  a ambos  sin estar tan  cerca de ninguno.  Luego solo  se dedicó a beber   de su café; se podría  decir que de este dependía  su estadía con el  par de residentes.

Cuando vio de reojo las  orejas del pelinegro  moverse, dirigió su ambarina mirada a ellas: al  parecer eran reales. En ese momento pensó en Elliot y Neko, pero por alguna razón sentía que eran muy diferentes entre ellos. Aun si sintió curiosidad, sentía más ganas de disfrutar de su café, así que prefirió seguir observando principalmente.

—No bebo  alcohol  —respondió teniendo aún la taza cerca de la boca.

No la alejaba demasiado, pues le apetecía sentir el calor del vapor y beber sin realizar mucho movimiento.

—«El  doble de  chocolate»... —repitió en voz baja, observando ahora al  pelirosa—, O el  doble de azúcar —enarcó solo un poco una de las cejas.

El modelo era un tanto estricto respecto al chocolate. Este era amargo, por lo que si poseía mayor dulzor que amargura, para Arata era de baja calidad y más  azúcar que cacao.

IROween

Estancia:

Cafetería


Relato:

Era el octavo y último día de la búsqueda de dulces, cuando en esta ocasión Kuon aun estaba en su habitación en el momento en el que el anuncio de la actividad fue dado por Dekiru. Así pues, tras pensarlo por un momento decidió que en este día buscaría en la cafetería. Después de todo tenía hambre y quería ir a desayunar. Además la cafetería era una de sus estancias favoritas, y el pelirosa había estado comprobando que poco a poco iban decorándola con más objetos relacionados con Halloween, por lo que también le resultaba divertido buscar que decoración nueva podría tener hoy, en el caso de que la hubiera.


De esta forma, salio de su habitación rumbo a dicho lugar. Al llegar vio que ya había varios clientes, por lo que prefirió aprovechar para desayunar primero, y luego, cuando estuviera más vacía, ya tendría tiempo para buscar mejor sin molestar.


Kuon se dirigió pues al mostrador, donde tras mirar los diferentes dulces especiales que tenían por Halloween, pidió un trozo de tarta de calabaza y chocolate, que por encima estaba decorada con una bonita tela de araña acorde también a las fechas. Y para beber un zumo de mandarina.


De esta forma posteriormente se sentó en una mesa cercana a la ventana, donde desayunar tranquilamente mientras observaba tanto la decoración cercana a él como las vistas. La atmósfera le resultaba agradable, y en su mente no podía evitar pensar en que en cierta forma iba a echar en falta la actividad de Halloween en la que estaba participando. Y es que tras tantos días seguidos, ya se había acostumbrado a buscar los dulces casi como si fuera una parte más de su día a día, haciendo así que inconscientemente una sonrisa se formara en su rostro al pensar que se había divertido con esta actividad.


Y fue entonces, cuando ya casi estaba terminando de desayunar, que al mirar con más detenimiento hacia una de las decoraciones que estaban en la pared cerca de él, un sombrero de bruja, se fijo en que justo debajo de éste había una calabaza tallada a la que le faltaba la parte de arriba. Así pues el pelirosa se levantó un momento para mirar en su interior, y así encontró...

A r r e n d a j o
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Tian Rue & Dekiru ❙ Abierto ❙ Finalizado

Ante las palabras del joven, esta vez, dirigió su atención hacia él, como si estuviera obedeciendo a la "reprimenda" de mantener el contacto visual mientras hablaba. A pesar de sentirse un tanto incómodo, especialmente al tenerlo en brazos, optó por no decir nada, ni demostrarlo con sus expresiones o acciones. Simplemente mantuvo su compostura.

—¿No quiere ir a la enfermería para revisar su malestar en el labio?— Preguntó, aún sin apartar su mirada de los ojos ajenos.

No tenía pensado insistirle, pues el director había dejado en claro que, a menos que tuvieran o mostraran heridas y malestares graves, no había necesidad de llevarlos a la enfermería de manera obligada.

—Está bien, si eso desea.— Respondió a continuación, inclinándose ligeramente para dejar al pelinegro en el suelo. Posteriormente, dio un par de pasos para darle algo de espacio antes de volver a hablar.

—Cuídese, Tian Rue.— Se despidió, haciendo una leve reverencia con la cabeza a modo de saludo.

Solo tras aquello, giró sobre si para darle la espalda y comenzar a caminar, a paso tranquilo y sin apuros, hacia la residencia. Confiaba en que el chico estaría bien por su cuenta de momento, y de todas formas, no había nada más que pudiera hacer por él; le había dejado en claro que no quería ser llevado a la enfermería.

De todos modos, eventualmente llegaría el momento de conversar acerca de lo sucedido aquel día.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata - Edwin ❙ Abierto ❙ En curso


- ¿Saludar con un beso en la boca? - repitió en voz baja para si mismo algo confuso. Y es que no era algo que el pelirosa acostumbrara a hacer, por lo que se quedo un breve momento pensando hasta que tras escuchar el comentario de Edwin "Con cierta confianza no es tan extraño", instantáneamente se dio cuenta de a quien se refería Arata - Ah! Umi - dijo entonces con una de sus características sonrisa. Para tras una breve pausa añadir - En realidad, fue ella quien me besó a mi por sorpresa - dijo dejando salir una de sus pequeñas risas al final. Y tras obra breve pausa continuó - Es una amiga cercana. Hacia tiempo que no nos veíamos y fue su manera de decir que se alegraba de verme. Es una persona espontánea y expresiva - Por su forma de hablar de ella, el tono que utilizaba y sus expresiones, podía notarse que era alguien a quien le tenía cariño.


Tras esto fue cuando sus acompañantes conversaron sobre el trabajo del pelinegro, dato que Kuon ya conocía, así pues mientras los escuchaba aprovecho para terminarse del todo el trozo de mini tartaleta. Si bien, si se fijo, aunque quizás no en profundidad en todos los detalles, en el gafete de Edwin cuando éste lo mostro.


Por otra parte, con respecto al comentario de Arata sobre su bebida el pelirosa respondió.


- Mmm... personalmente no lo encuentro demasiado dulce. Es... como me lo explicaron... - dijo más para si mismo mientras tomaba la bebida con las manos, para acercársela ... lleva el doble de chocolate, pero el dulzor del chocolate no es mayor, solo es que tiene más cantidad - Tras esto se dio cuenta de que quizás no se estaba explicando bien con lo que intentaba decir, como así podía verse en su rostro. Así pues añadió mientras miraba a Arata - ¿Quieres probar? - Cabe decir que el pelirosa aun no había probado su bebida. Y tras un momento, también le ofreció al pelinegro - También tu, Edwin, puedes probar si quieres - dijo mirando ahora a éste, para posteriormente regresarle la miraba a Arata al ser al primero a quien había invitado. Si bien el tono empleado para ambos había sido el mismo, siendo su característico tono amistoso.


Cabe señalar que lo que Kuon había intentado explicar era que si el tipo de chocolate empleado habitualmente era pongamos 80% puro, al ser doble no significaba que ahora el chocolate fuera 40% puro, sino que llevaba el doble de chocolate pero seguía siendo 80% puro. Lo que hacia que la bebida supiera más a chocolate, pero puesto que seguía siendo chocolate más bien amargo, la bebida por tanto no sabía realmente tan dulce. Y es que al contrario que con el café con lo que el pelirosa si era algo más especial. El chocolate por otra parte, no le importaba que fuera amargo, pues en realidad le gustaban todos los tipos de chocolate en general.

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Kuon, Arata, Edwin ❙ Abierto ❙ En curso⌛

—No te molesta que te saluden  así, ¿mm? —preguntó mientras se reacomodaba, recargando  la espalda en la silla mientras continuaba con  el café cerca de los  labios.

Bebía continuamente, pero dando pequeños sorbos. No tenía prisa en acabar pronto el café, tampoco le agradaba beber o comer apurado en general: se ponía malhumorado.

Volvió a acercarse más a la mesa cuando el pelinegro mostró su gafete, puesto que quería verlo a detalle. Fue así que se enteró de su nombre y otros datos más, pero mantuvo la ambarina mirada principalmente en  la foto del chico.  Realmente no le interesaba demasiado a qué se dedicaba, lo había preguntado por cierto motivo en particular.

Una vez satisfecho, volvió a recargarse en el respaldar, se cruzó de piernas y bebió más sorbos de su bebida, todavía con parsimonia mientras oía las palabras de Kuon. Aunque  pudiera parecerle algo enrevesada la explicación, pudo deducir una   idea  más clara del real quid de su preferencia.

—No te agrada el amargor del café, pero sí el del chocolate, ¿no? —quiso confirmar, pues era lo único lógico para el modelo.

Después, sin decir nada más, aceptó la invitación del chico y dejó  su café sobre la mesa para tomar el bebestible ajeno. Acercó, entonces, el vaso a sus labios y sopló un poco antes de beber la cantidad justa para poder apreciar el sabor.

De nuevo, sin emitir palabra  alguna, le regresó la bebida, dejándola en su lado de la  mesa mientras la  valoraba mentalmente. Esta vez no observó a ninguno, había clavado la mirada en un  punto ignoto del lugar a par que se  disponía a beber de lo que restaba en su vaso.

3. I n i c i o : Mi día a día en IRO.

Relato:


Hacia ya algún tiempo desde que Midori y Shima habían llegado a la residencia, un lugar que encontraban agradable y al que se habían acostumbrado. Después de todo ya llevaban algún tiempo viviendo en este mundo, y a ambos les gustaban los espacios abiertos y verdes con naturaleza por lo que el hecho de que IRO contara con lugares así era algo que apreciaban.


Si bien, cabe decir que Midori nunca olvidaba su mundo, por mucho tiempo que pasara en este, o por interesante o acogedor que pudiera ser para él y su pequeño amigo. En su mente siempre estaba presente su lugar de origen. Pensando así pues en cuando llegaría el día en el que ambos pudieran regresar.


Por lo demás, Midori no era de tener una rutina fija. Aunque si que solía levantarse temprano, para tratar así de aprovechar más el día, pues era una persona diurna. Por su parte, Shima solía echarse varias siestas a lo largo de todo el día, de manera que ahora que poco a poco se acercaba más el frío el número de horas que dormía la pequeña ave iba poco a poco aumentando.


Teniendo esto en cuenta, a ambos les gustaba visitas las zonas verdes de la residencia varias veces al día, al menos un par de veces. Una por la mañana y otra por la tarde. Además decir que por el momento Midori no tenía aun una ocupación por lo que pasaba su tiempo como mejor le parecía. Al peliverde le gustaba emplear este tiempo haciendo nuevos "nidos" para Shima, o pequeños cojines para él, o cualquier otro tipo de "juguete/adorno" que a su pequeño amigo pudiera gustarle. Teniendo por costumbre luego sacarle alguna foto a la pequeña ave con su nueva pertenencia. Era por ello, que en relación a esto, en estos momentos Shima contaba ya con tres "nidos" o lugares donde posarse/poder dormir en su habitación. Habitación que por otra parte Midori iba poco a poco decorando con el pasar de los días. Teniendo en ella además de los mencionados "nidos" también algunas pequeñas plantas y flores que cuidaba cada día.


Por lo demás, los dos amigos hacían principalmente lo que más les apetecía cada día. Si bien, como a Midori le gustaba aprender, otro de los lugares que solía frecuentar el peliverde era la biblioteca.


Cabe decir que cuando vivían en su mundo, si que su rutina solía ser diferente, principalmente por las obligaciones o responsabilidades que el peliverde tenia en él. Algo que al estar ahora en éste ya no existía. Aun así, ese gusto de ambos por visitar los espacios verdes con naturaleza era algo que estuvieran donde estuvieran siempre hacían. Además del hecho de pasar tiempo juntos.


Por otra parte, durante su estancia hasta el momento Midori aun no se había relacionado mucho con otros residentes. Si bien, a alguno si que había llegado a conocerlo. Mientras que a otros los había observado más bien de lejos, como por ejemplo durante la actividad de Halloween que la residencia había realizado. Cabe decir que el peliverde no tenía prisa a este respecto. Es decir, su estancia en IRO bien parecía iba a ser por bastante tiempo, por lo que se tomaba con calma el hecho de poder conocer a otros residentes, dejando que esto ocurriera cuando el momento oportuno se diera.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata - Edwin ❙ Abierto ❙ En curso


- Mmm... supongo que no. Pero también depende de quien sea la otra persona, y de si tengo pareja - le respondió. Y tras una breve pausa añadió - Si tuviera pareja no me gustaría que otra persona que no fuera ella lo hiciera - dijo de forma seria y sincera.

Si bien, tras otra breve pausa, otra posible interpretación, o quizás motivo por el cual el pelirojo hubiera preguntado aquello pasó por su mente, por lo que el pelirosa decidió añadir.

- En estos momentos, si la otra persona me agrada no tendría problema siendo saludado así - dijo en un tono algo más alegre, por así decirlo, aunque igualmente manteniendo una expresión tranquila, mientras miraba al pelirojo a sus ambarinos ojos.

Cabe decir que no había una segunda intención exactamente en sus palabras. Sin embargo, si Arata decidía interpretarlo de alguna forma en particular, quizás como una especie de invitación, a Kuon no iba a molestarle.

Si bien, había un dato que al pelirosa le faltaba saber, y que a su parecer era importante. ¿Tenía Arata pareja? Ya fuera que el pelirojo interpretara o no sus palabras, y pudiera hacer algo o no en consecuencia, si Arata tenía pareja eso cambiaba las cosas para Kuon. Y es que el pelirosa era de mente abierta en cuanto al tipo de relación que dos personas podían tener. Sin embargo, nunca se metería en medio de una pareja. Y fue por ello, que aprovechando un silencio del pelirojo mientras éste bebía pequeños sorbos de su café, Kuon le pregunto.

- Y tu, Arata, ¿tienes pareja?

Quizás la pregunta había salido un poco de repente en este momento, pero después de todo el pelirojo había preguntado antes.

Por otra parte cuando Edwin dijo "Quizá es cuestión de costumbre con ella, aunque si fuera general sería curioso. ¿Querías intentar un nuevo saludo?", un comentario dirigido a Arata, Kuon solo quiso responder de forma breve.

- Puedo decir que no lo hace con todas las personas - dijo en un tono cálido, dando a entender que se necesitaba cierta cercanía para ello.

Por otra parte a las siguientes palabras del pelirojo, Kuon le respondió.

- Exacto - dijo con una expresión sonriente, pues de alguna forma se alegraba de haber sido entendido.

Tras esto se fijo en como Arata probaba de su bebida, esperando pues por cual sería su opinión. Si bien, al menos por el momento el pelirojo no dijo nada.

Mientras, por su parte, Edwin prefirió no probar la bebida.

- Como prefieras - le respondió en un tono amistoso. Para luego añadir - Claro. Según me dijo vendrá a la ciudad dentro de poco. A ella también le gusta conocer a otras personas. Seguro que estará encantada - dijo en un tono alegre.

Y tras esto, paso entonces a ser él el que bebiera de su propia bebida, probándola finalmente. Cabe decir que el pelirosa bebía con calma. Después de todo no tenía prisa, y la compañía le resultaba muy agradable.

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Kuon, Arata, Edwin ❙ Abierto ❙ Finalizado⌛

Ante la suposición del pelinegro, Arata elevó  ligeramentela ceja.

—Le he  preguntado a Kuon, no a ti —evidenció con su tono tranquilo de siempre, observando al chico canino—. Y no —respondió  la duda.

Si el pelirrojo le preguntaba directamente a Kuon sobre  el tema, era porque no quería quedarse con suposiciones, la curiosidad ni asumir nada, aunque principalmente para comprender el comportamiento de otros. No le hacía sentido que el pelinegro se entrometiera en su duda, pero no hubo rastro de molestia ni nada similar en el modelo, tampoco la sentía.

Por  otra parte, besar a otros sin consentimiento no era el estilo del modelo aunque esto se  podía poner en dudas con facilidad, y es que saludar a otros con un beso realmente no era algo nuevo para él, solo que el contexto podía diferir.

La respuesta del pelirosa le pareció razonable y se limitó a asentir en un movimiento suave de cabeza sin darle más vueltas al asunto, aunque si el chico le hubiera dedicado otro tipo de expresión, podría haber sentido que le estaba dando permiso para saludarlo con un beso, mas no fue  el caso: era información vaga para él.

—No —respondió a la duda del chico.

Tenía la pajilla en los labios cuando el residente le preguntó sobre la  existencia de alguna pareja, al cual acabó observando  más tiempo mientras proseguía a beber de nueva cuenta. No tenía la costumbre de dar más información de lo que se le preguntaba, aunque había excepciones. No obstante, curiosamente  había pensado en  alguien en particular.

Por lo demás,  asintió a modo de comprensión. Finalmente había entendido a qué se refería Kuon, ergo era información que probablemente tomaría en consideración para otras ocasiones en caso de que se presentaran.

La llegada de la joven le pareció indiferente de momento, así que nada añadió. El sueño se hacía más presente en su cuerpo, por ende, conocer nuevas personas no era algo en lo que quería pensar por ahora aunque sí le parecía algo interesante la susodicha a raíz del comportamiento que tenía con el pelirosado.

—Gracias, músico-masajista. Buenas noches a  los  dos —dijo de pronto tras haber emitido el sondidillo de la pajilla que  indicaba no haber  más líquido dentro del vaso.

Posteriormente, procedió a levantarse con lo ocupado para devolverlo al personal y, el resto, botarlo donde  correspondía.

No era habitual en el modelo dar  explicaciones cuando se  retiraba.

IROween: Spooky weeks (Midori)

IROween: Spooky weeks


Relato:


La semana en la que había tenido lugar la actividad de Halloween realizada en IRO había terminado. Por su parte Midori había preferido no participar al no ser una persona de comer demasiados dulces. Sin embargo, el peliverde si se había entretenido viendo como algunos de los participantes, o al menos así le había parecido que lo eran, buscaban por las diferentes estancias de la residencia.

De esta forma, por ser las zonas verdes de IRO las que normalmente tanto él como Shima más visitaban, había sido en ellas donde había tenido la oportunidad de ver como los participantes realizaban sus búsquedas. Si bien quizás no de cerca, pero si a una distancia prudente.

El peliverde recordaba como uno de los días había podido ver a una joven acompañada de un ave, más concretamente una lechuza blanca, en la zona de la granja. Casualmente aquel día Shima se había quedado dormido en su habitación, por lo que la pequeña ave no había estado presente. Mientras que Midori por su parte, aunque en aquel momento se encontraba cerca de los árboles frutales, no había podido evitar fijarse en dicha ave. Una de un tamaño considerablemente mayor a su pequeño amigo, pero igualmente bonita a sus ojos.

También se encontraba presente, por así decirlo, es decir, cerca del lugar, el día en el que "su vecino", un joven de ojos y cabello rosados cuyo nombre no sabía, pero que se había cruzado con él en una ocasión, decidió visitar la granja. En aquel día Shima si le acompañaba, siendo de hecho la pequeña ave quien en su momento se dio cuenta primero de como uno de los ejecutivos de la residencia se ocultaba tras unos arbustos. Sin embargo, el peliverde se había terminado distrayendo con algunos de los otros animales que había en la granja, y no se había enterado bien de lo acontecido.

En otra ocasión, volvió a ver a la joven del ave, esta vez en la zona del huerto, aunque sin el ave. Midori por su parte solo estaba de paso, para recoger algunas flores para su habitación, por lo que no se fijo en si al final la joven encontró los dulces o no. Pero si que le pareció que al igual que él, ella era alguien que disfrutaba de estar en aquel tipo de lugar.

También, en un par de ocasiones, y por las mismas zonas, le pareció ver a Sirena buscando los dulces y o jugando con los animales de la granja. Si bien cabe decir que Midori no la conocía, tan solo había coincidido con ella en el chat de IRO, y por la fotografía que la acompañaba en éste había llegado a la conclusión de que se trataba de ella. Aunque al igual que en veces anteriores con otros residentes, no se acercó a ella.

Y es que el peliverde no era una persona de presentarse así sin más, por así decirlo. Prefería pues esperar a sentir que era el momento adecuado. O tal vez tener un motivo para presentarse.

De esta forma los días de la actividad pasaron. Para Midori y Shima se podría decir que fueron días normales, aunque a su manera el peliverde también disfrutó de la actividad. Y es que le parecía en cierta forma divertido ver como los participantes buscaban aquellos ansiados dulces. Algo que por casualidad en una de las ocasiones él había encontrado cuando había visitado la biblioteca, si bien había decidido no coger ninguno de dichos dulces al entender que eran parte de la actividad. Ademas de que por su parte con probar algunos de los dulces especiales que tenían en la cafetería por estas fechas era más que suficiente, como los bombones rellenos de sangre de vírgenes, que le gustaban.

IROween: Spooky weeks (Kuon)

IROween: Spooky weeks


Relato:


Había sido una semana divertida para el pelirosa buscando los dulces de la actividad de Halloween de IRO, cuando al terminar, se dio cuenta de que había quedado en segundo lugar. Sin dudas algo que no se esperaba, especialmente tras haber encontrado los caramelos con el envoltorio blanco durante un par de días seguidos. Así pues ahora se sentía una mezcla entre sorprendido y feliz.

Y es que aunque no había decidido participar con la intención de ganar, sino por el mero hecho de divertirse al parecerle una idea entretenida la que había tenido la residencia, igualmente era agradable la sensación de haber ganado. Algo que en cierto modo le recordaba a la vez en la que había ganado el bingo. Si bien sentía que había una diferencia en cuanto al premio en esta ocasión. El tiempo. Es decir, en aquel momento, cuando había ganado el bingo, aun llevaba poco tiempo viviendo en la residencia, por lo que no había tenido oportunidad de conocer mucho a otros residentes como para animarse a compartir el premio con ellos. Sin embargo ahora sentía que esto era un poco diferente.

En esta ocasión el premio consistía en entradas para dos personas al Resort de Halloween, un lugar que Kuon no conocía ni del que realmente sabía mucho, pero que igualmente le parecía podía ser divertido. De esta forma el pelirosa comenzó a pensar en a quien de aquellos que había conocido en IRO y más le agradaban podría invitar.

Y así, el primero que paso por su mente fue Arata. De alguna forma, quizás por su reciente acercamiento, al menos tal y como él lo sentía. Además de que pensaba sería una buena oportunidad para seguir conociéndolo. Si bien, no sabía si al pelirojo le gustaba ese tipo de sitios.

Pero esto era algo que también le pasaba con el resto de personas que pasaron por su mente. Y es que ninguna de ellas había participado en el evento llevado a cabo en la residencia, lo cual en cierta forma le hubiera resultado una pista de que pudiera ser algo que les gustase.

Cabe decir que los siguientes que llegaron a su mente fueron Jay y Edwin. Otros dos de los residentes a quienes había podido conocer, y que eran de su total agrado. Siendo además personas a las que también le gustaría poder conocer más.

Ahora pues solo le quedaba tomar una decisión. ¿A quien invitaría? Por el momento aun se lo pensaría un poco más. Después de todo fuera quien fuera era necesario que dispusiera de tiempo, además de que Kuon quería que dicha persona pudiera disfrutar de la experiencia, y por supuesto, que se sintiera cómodo yendo con él.

Y por otra parte, con respecto al otro premio ganado: "Postres, bebestibles y cualquier tipo de golosinas gratis en la cafetería hasta el final del mes" era algo que sin duda el pelirosa iba a aprovechar. Después de todo le gustaban los dulces, y aunque no pensaba darse un atracón, no iba a desperdiciar tampoco la oportunidad.

Por último, cabe decir, que más allá de haber ganado o no, la experiencia había sido buena para Kuon. Por lo que el pelirosa pensaba que si el año que viene aun seguía viviendo en la residencia, y ésta volvía a realizar una actividad parecida, él sin dudas volvería a participar.

Sakura y Tenshi

Kuon, Arata & Edwin ❙ Abierto ❙ En curso


-Un disculpa

No se tomó personal el comentario de Arata, en primera porque el joven no había sido grosero además de tener razón, en segunda por la costumbre y lo relajado que se sentía gracias al café

De la misma forma asintió a la explicación de Kuon, más se le vino la idea de que la joven o bien sabía que el pelirrosa no tenía pareja o había sido más su emoción de verlo. Como quiera, sonaba como una buena persona según lo dicho por encima

Le dio un par de sorbos más a su bebida cuando repentinamente el pelirrojo decidió despedirse y marcharse de la mesa

-Buenas noches para ti también

Si era su decisión no planeaba detenerlo; así centrando su atención en Kuon

-Bien, si coincidimos entonces deberíamos salir. Claro, si ella y tu quieren

Poco quedaba para que su propio vaso también se vaciara. Por su parte no tenía pensador irse a dormir de inmediato, en caso de que Kuon ocupara esa oportunidad para levantarse también tendría más confianza de acompañarlo a su habitación, pues de todas formas tenía que pasar por allí para ir a la propia. En caso contrario podía esperar un a que el músico terminara sus alimentos.

IROween: Spooky weeks

Relato:

Se había enterado de la actividad acontecida en la residencia, más por motivos de trabajo se abstuvo de participar; no iba a poder estar presente durante los horarios de búsqueda después de todo, mejor no dejar el compromiso botado

Tampoco había podido ver a los participantes por la misma razón pero eso no le impidió enterarse de una cuentas cosas, los 'comentarios informativos ocasionales' por parte del personal y otros residentes eran el pan de cada día. Al parecer Kuon y la joven peliceleste habían estado buscando dulces, junto con otro muchacho y dos señoritas más, o eso le pareció entender según las descripciones que escuchaba

-Parece que se divirtieron

También le pareció gracioso saber que uno de los ejecutivos estaba dedicado a asustar a los residentes durante la actividad

-Supongo que la mujeres animan bastante este tipo de eventos

Cosa que se le ocurrió ya que IRO parecía estar más habitado por varones en sus inicios, y aún así ellas habían sido mayoría en participar

No le dio más importancia y continuó observando los dulces de la temporada, tendría que pagar por ellos a falta de un beneficio como el de los participantes pero eso no le impediría probar unos cuantos.

S a k u r a  y  T e n s h i


Kuon - Arata - Edwin ❙ Abierto ❙ En curso


Kuon permanecía atento a la respuesta y los gestos del pelirojo, haciendo únicamente un leve movimiento con su cabeza al escuchar su respuesta de que no tenía pareja, en señal de estar prestandole atención. Si bien posteriormente una pequeña sonrisa pudo ser vista también en su rostro.

Posteriormente, tras haberle respondido a Edwin sobre Umi, fue que de forma quizás algo repentina, Arata, que ya había terminado su bebida, decidió despedirse de sus acompañantes. Kuon sabía de antemano que el pelirojo tenía una hora a la que se marcharía, por así decirlo, pues se lo había comentado antes. Y aunque el pelirosa no sabía que hora era exactamente en este momento, dedujo que debía de estar cerca de la hora mencionada, por lo que no dijo nada para retenerlo.

De esta forma, y tras dedicarle una sonrisa por la forma en la que se había referido a él, pues le gustaba el apodo; y afirmando al mismo tiempo con la cabeza en señal de despedida, posteriormente le dijo.

- Buenas noches a ti también, Arata - Y tras una breve pausa, pero antes de que se marchara del todo añadió - No olvidaré la nueva deuda que tengo contigo - le dijo en su característico tono amistoso, si bien esta vez parecía haber un ligero tono un poco más dulce en su voz.

Y es que aunque quizás para el pelirojo la conversación que habían tenido antes de que llegara Edwin pudiera no haber sido demasiado especial, por así decirlo; para Kuon, había sido algo que en cierto modo le hacía sentirse un poco más cercano a él. No solo por haberle hablado de un tema importante y delicado para él, sino por la reacción o respuesta de Arata para con él tras escucharlo.

De esta forma, el pelirosa esperaría a la siguiente vez en que pudieran encontrarse, para y con un poco de suerte, poder seguir conociendo más al pelirojo. Y si era posible también, poder volver a ver a "su pequeña Tenshi".

Por otra parte, en relación a Edwin, Kuon estaba igualmente atento al pelinegro. De forma que una vez ya se había ido Arata, paso a responder a su comentario.

- Claro. Si quieres puedo avisarte cuando regrese - le dijo recordando que en su anterior encuentro habían intercambiado números de teléfono.

Tras esto el pelirosa volvió a beber un poco más de su bebida, la cual iba ahora aproximadamente por la mitad. Cabe decir que seguía sin tener prisa. Si bien, por otra parte, no sabía si quizás el pelinegro quisiera retirarse también una vez hubiera terminado su propia bebida. O en general que era lo que quisiera o tuviera pensado hacer, pero Kuon no quería entretenerlo de más en caso de que tuviera planes o quisiera irse, por lo que le comentó.

- ¿Tienes planes para luego? No quisiera entretenerte de más - le dijo en su característico tono amigable.

Por su parte, el pelirosa pensaba que si Edwin no tenía planes ni prisa, podrían quedarse en la cafetería hasta que ambos hubieran terminado sus respectivas bebidas. Y luego, una vez hubieran terminado, si al pelinegro así le parecía bien, podrían regresar juntos a sus respectivas habitaciones.

Sakura y Tenshi

Kuon, Arata & Edwin ❙ Abierto ❙ En curso


-Arata

Repitió en voz baja para si mismo, era bonito más parecía ser que solo conocían el nombre del otro al ser llamados por Kuon y no por presentarse formalmente. Un dato interesante

-De acuerdo, estaré al pendiente de tu mensaje o llamada

Pese al trabajo debía reconocer que siempre hallaba tiempo para el celular, aquel era el medio más común para mantenerse en contacto con sus amistades al no hacerlo de forma presencial regularmente

-Iré a mi habitación por ropa para echarla a la lavandería, pero como mañana tengo el día libre no hay prisa. Bebe tu chocolate con calma para que no vayas a ahogarte

Y prosiguió a tomar de su café. En ese momento tampoco sintió la necesidad de hablar del dinero con el que había pagado previamente pues ya planeaba dejarlo de ese modo.