Las Living Schools: Escuelas Innovadoras para Una Educación de Calidad y Desarrollo Humano Sostenible
Las Living
Schools: Escuelas Innovadoras para Una Educación de Calidad y
Desarrollo Humano Sostenible
Enrique E. Batista J., Ph. D.
Las Living
Schools o Escuelas
Vivientes representan un conjunto de estrategias para la creación y
validación colectiva de innovaciones educativas y una manera de incrementar la
pertinencia de los procesos formativos escolar y la calidad de los aprendizajes.
Con ellas se apunta a un mejoramiento sustancial de la calidad de la educación
y a un posicionamiento alto y muy positivo de la valía que la sociedad en
general concede a la educación y a sus maestros.
Si se ha sostenido, con reiteración y
bastante fundamento, que la educación y las escuelas se han cambiado siempre
desde fuera de ellas. Existe hoy la opción y posibilidad real de innovaciones
educativas gestadas desde dentro con la inteligencia y aportes de los
miembros de las comunidades educativas (maestros, alumnos, directivos
y padres de familia) en asocio con la academia y otros sectores sociales.
Siempre se ha dicho que la escuela es
un sitio preciso para experimentar, desarrollar e innovar, con la debida
fundamentación conceptual y solidez metodológica, estrategias de enseñanza y de
aprendizaje.
Así, cada escuela puede ser una Living School, una Escuela Viviente, para desarrollar de modo colectivo, con la autonomía que gozan por ley las instituciones educativas, innovaciones apropiadas para diferentes contextos escolares, validadas en ambientes específicos y no en los muy artificiales escritorios de investigadores, en aulas universitarias lejos y con manifiesta ignorancia de las realidades educativas y sociales que se dan aun en las escuelas que rodean sus campus universitarios.
El lugar preciso para la validación
de modelos y teorías sobre la enseñanza y el aprendizaje son las escuelas. El anacronismo
y la reticencia al cambio perpetúan improductivas prácticas escolares
contrarias a la presionante necesidad de innovaciones. A pesar de las
restricciones normativas y recelo frente al cambio, muchos maestros a lo largo
y ancho del país desafían el atraso y promueven innovaciones en las prácticas
educativas, usualmente como esfuerzo individual y no como una acción colectiva
de los miembros de las comunidades educativas.
En paralelo con los Living Labs (https://bit.ly/2lQ4zkZ, https://bit.ly/2kqF7Cf) , las Living Schools se orientan, por las siguientes actividades principales: 1. La creación colectiva de innovaciones educativas y pedagógicas apoyadas en recursos digitales y otras tecnologías. 2. Experimentación, validación y replicación en los ambientes escolares. 3. Documentación y caracterización de la innovación. 4. Socialización entre las comunidades involucradas en la misma. 5. Divulgación en sitios web y redes sociales como parte de la solidaridad colaborativa. 6. Incorporación de aportes y posible integración con otros desarrollos en el país o el mundo. 7. Evaluación metacognitiva de la experiencia como base para adelantar otras innovaciones con impacto pedagógico, didáctico y social en distintos tipos y niveles de aprendizaje.
La
organización Ruta N en Medellín destacó como áreas de oportunidad de los
Living Labs (Laboratorios
Vivientes) la creación nuevos modelos de plataformas educativas, en
los que una vez identificadas las necesidades específicas se facilite la transferencia
de conocimientos para hallar de modo colaborativo (escuelas, universidades,
centros de investigación y otras organizaciones públicas o privadas) soluciones
integrales satisfactorias. Se trata de crear una red social en la que con base
a la interacción entre las personas involucradas y los conocimientos transferidos
potencien la innovación social. (https://bit.ly/2ZvFmPb).
Hoy los alumnos y maestros están rodeados y tienen acceso a una amplísima variedad de recursos de información y aplicativos informáticos sobre la enseñanza y el aprendizaje, lo cual incrementa las posibilidades de innovación educativa y con ella la creación de nuevos ambientes múltiples interactivos de aprendizaje. Es claro que las mediaciones pedagógicas no pasan hoy sólo por el maestro y su aula tradicional. La construcción de su relación pedagógica es tanto simétrica como asimétrica frente a las posibilidades de aprendizaje y progreso de los alumnos.
Al maestro y a los alumnos les corresponde hoy una nueva escuela, una Living School (véase https://bit.ly/2lsHyEO) en la cual el conocimiento se asume como recurso dinámico, los ambientes de aprendizaje son múltiples e interactivos, se trabaja sobre el valor de la diferencia en los modos de aprender, en la variedad de rutas y mediaciones alternas para alcanzar los más elevados fines formativos. El proyecto educativo de cada escuela con sus metas explícitas claras es inacabado; o sea, en peramente construcción, creación y validación.
Más allá de la formación por competencias, esa moda de hoy, se requiere ahora el desarrollo de habilidades complejas. Las Living Schools trabajan sobre la base de un aprendizaje situado y genuino, el acceso libre a la información y el desarrollo de la habilidad para acceder a ella y validarla para proyectos específicos de aprendizaje. Las escuelas son también territorios del conocimiento, de innovación abierta, de aprendizaje colaborativo con inteligencia colectiva distribuida enfocada hacia la formación cívica, el desarrollo de habilidades socioemocionales, la buena ciudadanía y la ciudadanía digital basada en el conocimiento y en la solidaridad. (https://bit.ly/2L1ZvEh).
Las Living Schools forman parte
de los muy visibles avances en el mundo, y también en nuestro medio, que definen
contextos y nuevas rutas para la innovación en general y la educativa en
particular como son las smart cities, ciudades laboratorios, sociedad
4.0, ciudades del conocimiento, centros de la cuarta revolución industrial, hubs
de talentos en la cuarta revolución industrial y otros. Por ello, se reitera
que las prácticas educativas actuales, la concepción de las metas educativas y
la naturaleza misma de la escuela y de la formación escolar tienen como
contexto imperioso esas realidades de impacto universal y local.
A los
gobiernos, las Escuelas Normales Superiores y a las universidades con sus
facultades de formación de educadores les corresponde impulsar proyectos de
formación de maestros que puedan impulsar la creación y la innovación educativa
y trabajar colaborativamente frente a contextos y necesidades específicas,
insertos en la cuarta revolución industrial. En especial, formar maestros que
reconozcan y trabajen en ambientes colaborativos con distintos sectores
sociales donde el aula y toda la escuela, con sus distintos ambientes innovadores
de aprendizaje, es un laboratorio viviente, una Living School. Apuntarán
a formar maestros que cambien su rol de dictador de clases, dispensador de
contenidos y de calificaciones por el de creador de innovaciones educativas
validadas con las comunidades educativas en las que trabajan y, obviamente, alcanzar
por ello mayor satisfacción personal y profesional, así como reconocimiento social
frecuente y oportuno.
Bastante
bien presentes en la literatura pedagógica están las opciones abiertas para
apoyar la innovación educativa contextualizada según realidades y necesidades
específicas. Entre ellas: laboratorios electrónicos
y virtuales, software para el desarrollo
de la investigación, recursos de realidad extendida XR, los hubs de
aprendizaje, recursos educativos en las redes sociales, los modelos BYOD, Big
6, Super 3 y B5, pensar para diseñar (Design Thinking), comunidades académicas
y científicas, blogs, libros y revistas digitales en línea, aula y aprendizaje
invertido, software de inteligencias artificial aplicables a procesos escolares
como la plataforma Wolfram|Alpha, demostraciones, tutoriales
y ejercicios aclaratorios, software para mejorar la gestión escolar, sitios y videos para formación ética, moral y
en derechos humanos, uso de los recursos de ofimáticas para una precisa
comunicación y uso debido del lenguaje y muchísimo más.
Las Smart
Cities y los Smart Citizens (ciudadanos inteligentes) requieren, de escuelas
inteligentes, de Living Schools, las cuales son un fundamento necesario
para la creación de sociedades igualitarias, incluyentes, regidas por la
equidad, hacia un modelo de desarrollo humano sostenible.
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