La lectura

María Jesús Lamarca Lapuente. Hipertexto: El nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen.


  
 

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"Desde el hipertexto, toda lectura es un acto de escritura".

Pierre Lévy: ¿Qué es lo virtual?

La lectura ha sufrido procesos de transformación a lo largo de la historia, vinculada no sólo a los cambios introducidos por las diferentes tecnologías de escritura, sino también a la función social que tanto la lectura como la propia escritura han representado para cada período histórico y cultural.

Es a partir del siglo XVII cuando la lectura, antaño reservada a unos pocos (monjes y estudiantes de las universidades y academias), se convierte en una actividad algo más masiva debido no sólo a la mecanización llevada a cabo por la imprenta y la revolución industrial, sino también a una mayor democratización y universalización de la educación y la cultura.

La lectura intensiva y en profundidad de los siglos precedentes (se leían y estudiaban hasta la saciedad, incluso de memoria, uno o unos pocos libros) da paso a una actividad más superficial y extensiva con la proliferación exponencial de documentos impresos de todo tipo: libros, revistas, periódicos, etc. La explosión de la sociedad de la información actual, nos conduce hoy al problema contrario: la sobreinformación y sobreabundancia de todo tipo de publicaciones impresas que, unida a la constante presencia de la publicidad en nuestras calles y medios de comunicación, nos sume en un océano constante de información visual escrita en donde es difícil discriminar la información que es importante y que nos interesa.

La aparición del hipertexto supone un nuevo cambio histórico y tecnológico que quizás tenga repercusiones culturales puesto que afecta los modos tradicionales de lectura secuencial del texto. La lectura de un hipertexto por parte de un usuario/lector se basa en la navegación o exploración de los contenidos. Esta lectura por exploración o navegación difiere de la lectura tradicional de un documento. Además, al margen la secuencialidad del libro impreso y la multisecuencialidad del libro en pantalla, la lectura sobre una pantalla electrónica es mucho más activa, el lector hace barridos visuales y búsquedas de fragmentos de interés. Se trata de una lectura extensiva, más superficial y horizontal, mientras que la lectura de un libro impreso es mucho más pausada, inmersiva, intensiva, en profundidad, vertical de abajo arriba y prolongada en el tiempo.

A pesar de este cambio profundo en la manera de leer y mirar, lo cierto es que los jóvenes se han adaptado rápidamente a las pantallas y a las consolas gracias a la industria del videojuego y los multimedia, y que en muchas ocasiones las prefieren a los libros.

La navegación ha sustituido a la lectura lineal y a cualquier forma de lectura no lineal se la denomina navegar por la información. La información es un espacio a recorrer, un camino a explorar y los enlaces del hipertexto son los que nos permiten, mediante los anclajes de partida y de llegada, saltar de un nodo a otro y de una información a otra. En la lectura y navegación de un hipertexto nos movemos de una pantalla a otra saltando sobre las olas o dejándonos llevar por ellas en un mar de información; claro que ante la inmensidad de tal océano también podemos sentirnos náufragos y ser tragados por tan procelosas aguas si es que no contamos con las herramientas y los conocimiento adecuados para llegar a buen puerto.

Antonio Rodríguez de las Heras en su obra Navegar por la información ventanashabla de bucles abiertos: la información se articula en diferentes nodos compuestos por una sucesión de pantallas, de manera que una de las pantallas de un bucle pertenece también a otro bucle. Para este autor, hemos pasado de las superficies donde se proyecta la imagen (la pantalla de cine y la del televisor) a una nueva superficie que se proyecta sobre el lector, la "interficie", esto es, una membrana que posibilita el encuentro físico del lector con las palabras y las imágenes, que al tocar los pliegues de ese texto se desplaza por él y lo transforma.

Es curioso que la bidimensionalidad del hipertexto en la pantalla nos dé mayor sensación de tridimensionalidad que un objeto como el libro que sí es verdaderamente tridimensional. Pero no es el objeto en sí mismo, sino la información contenida en él la que parece cobrar una nueva dimensión. Las dimensiones de la página ponen límites al texto, como también ponen límites al texto las dimensiones de la pantalla, pero en el hipertexto la pantalla no sólo se expande mediante las barras de desplazamiento horizontal y vertical (Rodríguez de las Heras habla de hipertexto, el texto plegado), sino que también se multiplican. Podemos abrir varias ventanas a la vez y esto provoca una sensación de movimiento, no sólo las ventanas parecen navegar dentro de la pantalla, sino que la propia información y nosotros mismos navegamos con ellas.

Además, para que el usuario pueda tener control sobre su ordenador, para manejar un programa informático o para moverse por el hipertexto, las pantallas no muestran símbolos a modo de algoritmos como en los primeros tiempos de la informática, sino interfaces gráficas (no presentan texto sino imágenes) para que los usuarios se comuniquen con las máquinas o con el hipertexto. Así hay una mayor sensación de espacio real en el espacio virtual de la pantalla. Este hecho también ha dado origen a la llamada interactividad y proliferan no sólo los dispositivos de lectura, sino también los de visualización gráfica y audición -los llamados periféricos del ordenador- entre los cuales la pantalla sigue siendo uno de los dispositivos imprescindibles.

antigua interfaz sin gráficos     navegador actual Mozilla

Compárese la figura de la izquierda: antigua interfaz textual, con la figura de la derecha: navegador Mozilla con interfaz gráfica

El documento hipertextual posee características propias como la duración temporal, la situación espacial, la variabilidad de la presentación o la reutilización del documento o de sus partes en la generación de nuevos documentos. Además de una diferencia fundamental: la utilización de aparatos entre los que son imprescindibles un dispositivo de visualización como es la pantalla, un ordenador y un programa de lectura o navegación (que puede ser el navegador o explorador Web u otro programa de lectura y navegación). La lectura hipertextual requiere, pues, nuevas herramientas, soportes y dispositivos de lectura y navegación.

Según Nielsen/NetRating, cada persona consulta una media de 981 páginas web al mes, y en cada sesión de navegación mira 34 páginas. Navegamos durante 49 minutos y nos paramos en cada página unos 46 segundos.

ABRIL DE 2004                                                 MEDIA GLOBAL

ESPAÑA

Sessions/Visits per Person per Mont

29 28
Domains Visited per Person per Month 59 53
Web Pages per Person per Month 981  
Page Views per Surfing Session 34  
PC Time Spent per Month 24:14:27 25:11:50

Time Spent During Surfing Session

0:49:52  

Duration of a Web Page Viewed

0:00:46 00:00:59
Active Digital Media Universe 298,887,224 8,338,762
Current Digital Media Universe Estimate 461,477,399 14,445,289

Fuente: NIELSEN/Netratings: http://www.nielsen-netratings.com/

Dispositivos de lectura

La pantalla se ha convertido en uno de los principales dispositivos de lectura actuales y en un dispositivo indispensable para la lectura de hipertextos.

El soporte de la lectura de un documento hipertextual puede ser el papel, en el caso de que imprimamos el archivo digital en cuestión. Sin embargo, de esta manera no nos podremos mover a través de los enlaces y perderemos las principales funcionalidades del hipertexto. La pantalla de ordenador sí permite aprovechar al máximo los recursos que no están disponibles a través de la lectura sobre papel, como también lo puede hacer la lectura a través de la pantalla de un libro electrónico, del televisor o de cualquier otro dispositivo provisto de pantalla, como una agenda electrónica, un ordenador de bolsillo, un PDA (Personal Digital Assistant), un teléfono móvil, etc.

Así pues, lo mismo que los documentos sonoros y audiovisuales han necesitado de un equipamiento físico para su lectura y consulta, el hipertexto y la hipermedia precisa de un equipamiento tanto físico (hardware) como lógico (software) como soporte de lectura y navegación.

El problema de la no portabilidad o transportabilidad del ordenador, ha conducido a la búsqueda de otros dispositivos que sí sean transportables y que no condicionen la lectura o navegación de un documento digital a la utilización de un sitio fijo y en una postura determinada. Así han surgido los llamados libros electrónicos o e-books. Con este término se denomina tanto al nuevo dispositivo de lectura diseñado para leer libros electrónicos, como a las obras en sí mismas y a los programas que se pueden instalar tanto en ordenadores de sobremesa y portátiles, como en dispositivos especiales de bolsillo y que sirven para la lectura de estos libros digitales.

El libro electrónico es una realidad reciente que está disponible actualmente y que permite recibir miles de documentos o seleccionar uno libro electrónicoa uno varios documentos, en el formato y peso de un libro en papel. Suelen tener la dimensión de un cuaderno o una página DIN A-4 y constan de un microprocesador para guardar y buscar la información; un módem interno o una tarjeta de red para libro electrónicolas conexiones a Internet; un puerto de conexión al ordenador; y otros dispositivos que permiten moverse por la pantalla (de forma táctil o mediante un puntero de ratón, un punzón, flechas de dirección, etc). Para facilitar la lectura, la obras se pueden editar según las preferencias personales: tipo y tamaño de letra, etc.

Todos estos dispositivos de lectura para leer libros digitales permiten la lectura digital con tecnologías hipertextuales.

También están en marcha proyectos como el uso de tinta electrónica otinta electrónica e-ink que se lleva a cabo en el Massachussets Institute of Technology (MIT). Este proyecto papel electrónicoconsiste en un nuevo dispositivo que utiliza un nuevo tipo de papel de unos pocos milímetros de grosor y que se monta sobre un soporte que tiene una carga eléctrica positiva o negativa que permite cambiar la polaridad de unos gránulos o microcápsulas de colores para formar las letras o imágenes. Así pues, sobre estas páginas digitales que funcionan a modo de circuitos de cables invisibles, se imprime esta tinta electrónica y se consiguen libros electrónicos que imitan la apariencia de los libros impresos, aunque su contenido varía en función del texto o la obra seleccionada en cada momento.

El formato de libro electrónico no sólo se utiliza en dispositivos electrónicos independientes, sino que también se ha adaptado para recibir obras y editarlas en la pantalla de nuestro ordenador. Sólo hay que descargar un programa de lectura ad hoc (los más conocidos son Adobe Reader y Microsoft Reader) y ejecutarlo en nuestro propio PC y ya podemos bajar los "libros" electrónicos de la red. Existen un gran número de títulos que están disponibles en este tipo de formatos y que se pueden adquirir en algunas librerías digitales presentes en Internet.

En castellano, podemos encontrar y descargar libros digitales a nuestro ordenador, en las siguientes bibliotecas y librerías digitales:

Los libros electrónicos imitan el diseño y presentación clásicos de la lectura para que ésta sea lo más parecida a la de un libro impreso. Cuentan con tablas de contenido y enlaces para poder acceder a las diferentes obras. Los libros se leen página a página o a doble página, y se avanza y retrocede mediante el teclado o con un clic de ratón pulsando sobre un icono de avance y/o retroceso. También es posible dirigirse a una página concreta tecleando su número o deslizando el ratón sobre una barra de libro electrónicodesplazamiento dispuesta para tal fin. Es posible seleccionar partes del texto para iluminarlas, copiarlas, imprimirlas, etc. y ofrecen la posibilidad de hacer anotaciones, dibujos o marcas. También es posible descargar sólo los capítulos que nos interesen sin tener que adquirir todo el libro o incluso formar nuestro propio eBook con capítulos de varios eBooks. Los eBooks no sólo reproducen texto, sino también sonidos, gracias a un programa de lectura por voz que incluyen los principales programas. Así pues, se puede optar entre la lectura y la audición de la obra y esta es una opción muy útil para personas con alguna discapacidad auditiva. También es posible formar una Biblioteca con los distintos libros que hayamos descargado en nuestro ordenador u otro dispositivo de lectura. En la biblioteca, los distintos eBooks se pueden organizar por orden de títulos, autor, fecha de última lectura, tamaño del libro, fecha de adquisición, etc.

La lectura digital y los formatos de lectura

La diferencia entre un libro analógico y un libro digital radica en que este último requiere de dispositivos adicionales para su lectura, como un ordenador, un sistema de visualización y un programa. El programa puede ser tanto el navegador de Internet como un programa específico de lectura y navegación. En el libro analógico, la información se imprime en papel y este soporte constituye un objetolibro electrónico de tres dimensiones. Por el contrario, en el libro digital la información se imprime sobre una superficie de visualización de dos dimensiones gracias a un dispositivo informático o electrónico que debe contender necesariamente una pantalla.

El formato de lectura y escritura de un eBook difiere texto HTML visto en el navegadoren gran manera del de las páginas elaboradas con el lenguaje HTML que constituyen la esencia de un hipertexto en la WWW. Un libro digital (una monografía en el sentido técnico documental) tiene unos límites bien definidos y se presenta como un único volumen cerrado, aunque también posee enlaces internos y externos como un hipertexto. Un eBook no tiene por qué tener enlaces, aunque la mayoría los tienen y los programas que los gestionan suelen poseer herramientas hipertextuales. El sistema utilizado en la Web y el sistema de los e-books constituyen dos sistemas de gestión de hipertextos distintos cada uno con su programa de lectura y navegación propios y con un formato de codificación de la información distinto.

Todos los documentos son susceptibles de ser convertidos tanto al estándar eBook, como al estándar HTML de la World Wide Web. El formato de lectura más utilizado es sin duda, el formato HTML de la Web legible con el navegador web, sin embargo, van cobrando fuerza los distintos formatos de libros electrónicos o eBooks. Entre ellos, destacan:

Formato .LIT: Se trata del formato de Microsoft que se puede leer utilizando el programa Microsoft Reader y que puede ser descargado desde:

logo Microsoft Reader: http://www.microsoft.com/reader/es/

Formato .PDF: es el formato de lectura de Adobe Acrobat (y otros) y el más utilizado en la red. Los documentos o "libros" puede leerse utilizando el programa Acrobat eBook Reader, que se puede descargar desde:

Get Acrobat eBook Reader Acrobat eBook Reader http://www.adobe.com/products/ebookreader/

Acrobat Reader http://www.adobe.com/products/acrobat/readermain.html

A partir de la versión 6.0, estos dos productos han sido unificados en un programa único llamado Adobe® Reader® software http://www.adobe.com/products/acrobat/readstep2.html, que lee e imprime los clásicos documentos y archivos en formato .PDF aportando una estructura similar a la de un libro electrónico.

ebrary eBrary: es otro lector pdf que ofrece numerosas funcionalidades como búsquedas simples y avanzadas, agregar y modificar marcadores, destacar texto, añadir notas, guardar favoritos y puntos de interés, zoom para ampliar o reducir el tamaño del texto y acomodar la lectura al gusto del lector, etc. http://www.ebrary.com/

Los eBooks también se distribuyen en formatos que pueden adaptarse a su lectura no sólo en PC, sino también en una PDA (Pocket PC) y otros dispositivos de lectura electrónica. Como las características de salida de estos son muy diferentes, principalmente libro electrónicopor el tamaño de representación de la pantalla (por ejemplo, el de la PDA es mucho más pequeño y vertical), generalmente se suelen preparar versiones diferentes para cada medio.

Lo cierto es que los ebooks no han tenido el éxito de ventas esperado. Librerías como Veintinueve.com de la editorial Planeta han tenido que cerrar su librería de obras electrónicas tras algunos años de pérdidas. Para muestra valga un dato recogido por José Ángel Martos en la revista Qué Leer: el libro digital más vendido en España ha sido la edición online del libro de Operación Triunfo (un programa televisivo con gran éxito de audiencia en España, que sacó también a la luz una película y un libro impreso con similar éxito). Pero el éxito de ventas online se limitó a los 600 ejemplares en los primeros meses de comercialización en el año 2002. Lo cierto es que otra cosa bien distinta sucede con este tipo de libros cuando son gratuitos. Por ejemplo, las obras clásicas ofrecidas por la Librería Virtual Cervantes, gozan de una muy buena acogida si nos atenemos a las descargas de bits efectuadas desde su página web.

Sin ninguna duda, los libros que mejor se adaptan al formato digital son los llamados "libros herramienta", esto es, los diccionarios, enciclopedias, guías, obras técnicas especializadas, etc. Y nadie duda hoy del éxito del formato .pdf, que es uno de los más utilizados en la red.

En realidad, el libro más leído en la actualidad es la propia World Wide Web, una gran enciclopedia universal y biblioteca en línea, donde están contenidos todos los temas y saberes humanos, y al alcance de cualquiera con sólo un clic de ratón.


Enlaces sobre e-books y lectura


Edi
ción y distribución de e-books en español:

     Edición y distribución de e-books en inglés:

              Tecnología e-book:


      Revistas literarias en español:

 


    Fomento de la lectura y escritura:

 


Bibliografía:

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 Título: Hipertexto, el nuevo concepto de documento en la cultura de la imagen
 Autora: María Jesús Lamarca Lapuente (currículo personal)

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 Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid

 URL: http://www.hipertexto.info

 Fecha de Actualización: 29/07/2018   

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