Escritor, nieto de Belarmino Tomás

Ángel CABRANES

Jorge Belarmino Fernández Tomás presentó ayer en la «Semana negra» el libro «Buscando a Belarmino Tomás», en el que traza la intensa vida de su abuelo: Belarmino Tomás Álvarez, histórico sindicalista y político asturiano que presidió el Consejo Soberano de Asturias y León y lideró las columnas de mineros que atacaron Oviedo durante la Guerra Civil. Tras el conflicto y la derrota republicana, se vio obligado a exiliarse en México.

Allí nació hace 62 años Jorge Belarmino Fernández, hijo de Rafael Fernández Álvarez (que presidió el Consejo Regional de Asturias, nombre del órgano preautonómico creado por el Gobierno de Adolfo Suárez) y de Purificación Tomás.

El entrevistado se describe como «un puente a los antepasados», quizá por este motivo recuerda en presente cada uno de los momentos vividos por su abuelo, por los que se le pregunta.

-¿Ha logrado alcanzar el objetivo con el que titula su último libro?

-Más o menos. Tengo pocos recuerdos de él con vida, lo escribí en tres apretados meses y no me gustan sino momentos de él. Encontré un ser, junto con su generación, que no se detiene ante nada. Desde que nace es una vida de confrontación. Trabaja en la albañilería con 6 años, en una mina de yeso cuando tiene 8 años, entra a los 11 años a una mina... Es un hombre que está sufriendo, pero también usando una libertad recién nacida que es la que introduce la industrialización. No lo ves en ningún momento dudar, siempre tira para adelante. Un hombre profundamente consecuente consigo y su entorno. No se puede entender la vida de Belarmino Tomás sin imaginar la cuenca minera, un mundo aparte, en el que no existe la clase media. Un hombre de cuerpo entero, sin fisuras internas.

-Dice que sólo le gustan momentos de su último libro, ¿desearía reescribirlo?

-Si pudiera, sí; y si no pudiera yo, lo que convoco es que diferentes temas se puedan revisar. Sólo me siento orgulloso de las primeras 30 páginas. Hay gente que ahora me proporciona información que yo no conocía que existía, por lo que creo que se podría ampliar y mejorar.

-En su blog, «Belarminadas», declara que una de sus obsesiones es servir de puente a los antepasados. ¿Es ésta la razón que le ha empujado a escribir sobre su abuelo?

-Estoy obsesionado con que mis hijos y principalmente mis nietos conozcan su trayectoria. Es la manera de romper la desmemoria que a todos nos afecta profundamente. No hay constancia entre el pasado, presente y futuro. El abuelo y su generación son algo increíble y me angustia que su historia se pierda.

-¿Dónde cree que reside el éxito de la labor sindical y política de Belarmino Tomás?

-No me gusta personalizar sólo en él, sino también en su generación. Esa generación de obreros, intelectuales y artistas del 98 del 27 del 33 son impresionantemente brillantes en unas circunstancias europeas terribles, como el ascenso del fascismo y la decadencia de las democracias parlamentarias. De repente, ellos surgen como un trayecto luminoso. No en balde, cuando llega el golpe militar de Franco, el mundo occidental se vuelca sobre España solidariamente, porque representa la única luz posible en Europa. Su derrota es una desgracia para España y para el mundo. Recoger y hacerse eco de todo ello es vital porque nos invita a resurgir.

-LA NUEVA ESPAÑA publicó en marzo la carta abierta dirigida a su padre en la que elogia la figura de su progenitor tras quince años de distanciamiento personal. ¿Son mejores ahora sus relaciones?

-Sí, han mejorado. Lamentablemente, ahora mi papá no goza de buena salud y no ha podido darme su opinión sobre el libro. Una de las gentes a las que no entrevisté antes de escribir este libro fue a él. Aunque no era el hijo del protagonista de la obra, era el yerno; fue un colaborador cercano a mi abuelo durante el desarrollo de la guerra civil. Echo de menos no haberle entrevistado, al igual que a mi madre, que se murió antes de que le preguntara como debiera sobre la vida de mi abuelo... Me hubieran ayudado mucho.

-El Gobierno de España aprobó el 31 de octubre la ley de Memoria Histórica, en la que se incluye el reconocimiento de todas las víctimas de la Guerra Civil. ¿Qué opina?

-Es una justicia fundamental. Me sorprendí cuando conocí su existencia y me parece que sirve a todos. Si no se recupera, si no sale a la luz todo lo que sucedió en aquella época, lo único que consigues es que esa verdad esté obrando en el inconsciente de la sociedad y haga más daño. Si ya fue terrible el destino de mi abuelo y de quienes lo acompañaron en el exilio tras caer derrotados, los que quedaron escondidos en las montañas o sepultados en las fosas comunes... Ésos si que lo pasaron mal.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Tengo dos en marcha: presentaré un nuevo libro este mes en México. Son mis memorias, escritas como cuentos, sobre la etapa de las luchas del mundo obrero en la periferia de Ciudad de México; se titula «San Ecatepec de los obreros». También estoy escribiendo un libro sobre los 50 años de la única organización democrática sindical en México. No es una memoria de entonces, usa recursos literarios para explicarlo, que se llamará «El corrido de los tercos». En el libro se demuestra que la utopía todavía sigue viva.

«Echo de menos no haber entrevistado a mi padre y mi madre se murió antes de que le preguntara»

«Presentaré un nuevo libro este mes, son mis memorias sobre las luchas del mundo obrero en México»

Jorge Belarmino Fernández Tomás

Nacido en 1947 en Ciudad de México, «Buscando a Belarmino Tomás» es su último obra, entre las que también destacan «A las armas, mexicanos» y «De México y de indianos». Es el penúltimo de los cinco hijos del matrimonio entre Rafael Fernández Álvarez y Purificación Tomás. El primero nació en San Pedro Pescador (Gerona), en 1939, y murió a los pocos días, cuando sus padres cruzaban la frontera francesa hacia el exilio. En México nacerían sus hijos Rafael, Carlos Belarmino, Jorge Belarmino y Víctor Manuel.